Homeopatía en la gastritis

Muchas personas acuden a nuestras consultas buscando aliviar sus problemas digestivos de todo tipo.

El estrés, la forma en la que vivimos, la calidad de los alimentos que consumimos, son factores que no suelen contribuir demasiado al bienestar de nuestro aparato digestivo.

A nuestros hábitos y a nuestra forma de vivir y de alimentarnos hemos de sumar el otro elemento clave en relación a nuestra salud digestiva; nuestra constitución, nuestra herencia o nuestras tendencias patológicas, como quiera llamarlo.

Gastritis, colitis ulcerosa, colon irritable, estreñimiento, dispepsias…Son algunos diagnósticos clínicos que nos hablan, sin duda, de aspectos fundamentales de la dolencia de nuestro paciente. Pero, por sí solos, no nos permiten conocer algo para nosotros básico; la manera particular de sufrir que tiene cada paciente su enfermedad.

Qué te mejora y qué te agrava, relacionas tus molestias con alguna circunstancia en particular, cómo te afecta lo que comes, estas mejor o peor en alguna época del año, te suele despertar el dolor a la noche, cómo te afecta emocionalmente tus molestias digestivas, cómo es el dolor, es como un retortijón o lo sientes más como una puñalada, te hinchas nada más comer o al cabo de unas horas.

Son sólo algunos ejemplos de todos esos aspectos que individualizan el diagnóstico clínico que damos a cada paciente y que, para la Homeopatía, son fundamentales para poder indicar el tratamiento más adecuado a cada persona.

Cuando uno comprende el enfoque que tiene la Homeopatía a la hora de abordar la patología digestiva entiende también porque contamos con tantos medicamentos homeopáticos capaces de ayudar al paciente que sufre de estos problemas.

CALCÁREA CARBONICA, PHOSPHORUS, LYCOPODIUM, NUX VOMICA, GRAPHITES, KALIUM CARBONICUM, ALLIUM SATIVA o ARGENTUM NITRICUM son solo unos pocos de los medicamentos homeopáticos con los que podemos contar para ayudar a nuestros pacientes.

Son medicamentos que actuarán a distintos niveles según sea el momento y la necesidad de cada paciente. Así tendremos medicamentos que nos ayudarán fundamentalmente en las situaciones más agudas modulando la sintomatología del paciente mientras que otros nos servirán más bien para tratar el problema en su cronicidad.

 

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