El asma es una enfermedad crónica que afecta al funcionamiento de los pulmones y que para algunas personas puede suponer tan solo una molestia menor en su vida pero que para otras, puede ser un problema serio que interfiera en sus actividades cotidianas y que puede producir ataques que pongan en riesgo su vida.
La severidad y el pronóstico del asma es muy variable. Así, habrá niños que mantengan su condición de asmáticos toda la vida, mientras que otros mejorarán a lo largo de la infancia y adolescencia. También se puede dar el caso, menos frecuente, de que la enfermedad debute durante la vida adulta sin que antes la persona haya tenido señales de ella.
¿Qué causa el asma? Desencadenantes del asma
No sabemos por qué unas personas sufren de asma y otras no pero parece bastante claro que hay una combinación de factores ambientales sobre una predisposición personal. Esto en Homeopatía lo entendemos muy bien pues ya sabemos que las personas enfermamos de lo que podemos y no de lo que queremos. Nuestra constitución, nuestro terreno personal, condiciona nuestras tendencias patológicas que el entorno se encarga de activar.
Cambios en los hábitos de alimentación con una dieta cada vez más rica en carnes, dulces, alimentos procesados e industrializados y cada vez más pobre en verduras, legumbres y frutas; la presencia cada vez más importante de tóxicos y productos químicos en nuestra comida, aire, ropa, envases y cosméticos, parecen ser factores claramente relacionados con el aumento en la incidencia del asma en la población en general y muy especialmente entre los niños. Hay que tener en cuenta que los niños que son mucho más susceptibles a estos tóxicos pues sus órganos y sistemas son aún inmaduros y mucho más reactivos que los de los adultos.
El estrés de esta sociedad del consumo y la competitividad (hay que tenerlo todo y, además, ser el mejor), además de otros factores emocionales, también sabemos que juegan un papel muy importante en la manifestación del asma.
Distintas situaciones pueden funcionar como desencadenantes del asma:
- Resfriados e infecciones respiratorias.
- Ejercicio físico.
- Aire frío. Cambios bruscos de temperatura.
- Sustancias a las que la persona pueda ser alérgica o sensible (pólenes, pelo de animales, polvo, hongos…). Asma alérgico.
- Contaminantes, polución, humo, tabaco, conservantes alimentarios. A destacar en este contexto el asma ocupacional vinculado al contacto con sustancias irritantes en el lugar de trabajo.
- Determinados fármacos.
- Estrés y situaciones emocionales intensas.
Algo muy importante en el control del asma es aprender a reconocer los desencadenantes y a tomar medidas para evitarlos. Esto es algo obvio pero que a veces no se tiene en cuenta lo suficiente.
Los medicamentos convencionales usados para el asma no buscan curar la enfermedad sino controlar sus síntomas y espaciar, en la medida de lo posible, las crisis de los pacientes. Y hay que tener en cuenta que algunos de ellos, como los corticoides, pueden llegar a afectar al crecimiento y desarrollo de los niños cuando tienen que usarse a largo plazo.
Para mí el incorporar los medicamentos homeopáticos en el tratamiento del asma supuso un gran avance en mi capacidad de mejorar la calidad de vida de estos pacientes ¿Por qué?
- Los medicamentos homeopáticos son los más seguros que podemos encontrar entre todos los medicamentos útiles en esta patología. Podemos utilizarlos incluso en niños, mujeres embarazadas y pacientes polimedicados.
- Los medicamentos homeopáticos son muy eficaces y rápidos en el tratamiento de las crisis y nos permiten poder manejar muchas de estas situaciones sin tener que recurrir a otros medicamentos potencialmente más peligrosos.
- Los medicamentos homeopáticos pueden utilizarse con los broncodilatadores convencionales o los corticoides siempre que lo consideremos necesario, tanto en las crisis como en el tratamiento de fondo.
- La Homeopatía resulta especialmente interesante por sus resultados en el control de la enfermedad y de sus crisis de agravación. Mi experiencia me demuestra, por ejemplo, que muchos de los niños a los que les prescribimos medicamentos homeopáticos dentro de su estrategia de tratamiento disminuyen la severidad y el número de crisis, disminuyen el absentismo escolar y consiguen un control mucho más eficaz de su patología.
- Los medicamentos homeopáticos, dentro de una estrategia global de control de la enfermedad, contribuyen a limitar el uso de otro tipo de medicamentos. El estudio francés EPI3 demuestra que los médicos que conocen y utilizan la Homeopatía en sus tratamientos necesitan usar muchos menos medicamentos convencionales en el contexto de la patología respiratoria.
- Sabemos que hay factores alérgicos, infecciosos, emocionales o climáticos implicados en esta enfermedad. En Homeopatía contamos con medicamentos que pueden disminuir la sensibilidad del paciente a determinados alérgenos, al frío y a la humedad, mejorar sus defensas para que esté más fuerte frente a posibles infecciones víricas y bacterianas y mejorar su capacidad de adaptación al estrés y a determinadas situaciones emocionales que pueden desestabilizarle y hacerle más susceptible a enfermar.
La Homeopatía siempre contempla a la persona y a su enfermedad desde toda su globalidad y tiene en cuenta tanto la manera en la que desarrolla sus crisis y con qué factores desencadenantes se relacionan (alérgenos, ejercicio, infecciones, situaciones emocionales…) como la evolución crónica de su asma.
Otras enfermedades que haya pasado con anterioridad en su vida, las que ahora puedan estar conviviendo con su asma, su constitución física, su carácter, su comportamiento, su mundo emocional, su cultura y su dimensión profesional y social, son todos ellos, entre muchos más, aspectos que incorporamos siempre en nuestro análisis de cada paciente para poder poner el tratamiento más ajustado a cada caso en particular.