Cuando queremos comprender y tratar un proceso alérgico en una persona tenemos que tener en cuenta tres aspectos; la sustancia que produce la alergia, los síntomas que se desencadenan y la sensibilidad particular de esa persona, lo que en homeopatía conocemos como su terreno. Y tenemos en cuenta estos tres niveles porque en cada uno de ellos podemos actuar con nuestros medicamentos homeopáticos.
El primer nivel de acción de la homeopatía se relaciona con la capacidad que podemos tener con nuestros medicamentos de bajar la sensibilidad de la persona hacia el alérgeno en particular que provoca sus síntomas. Así, cualquier sustancia que provoque una reacción alérgica en un paciente podemos convertirla en un medicamento homeopático a través del proceso clásico de dilución y dinamización por el que se fabrican todos nuestros medicamentos en homeopatía. Por ejemplo, a partir del polen obtenemos el medicamento homeopático POLLENS y así podemos hacer con ácaros, pelo de animales y cualquier otra sustancia alergénica.
Con estos medicamentos estaremos actuando en este primer nivel de desensibilización, un nivel todavía en el que no tenemos en cuenta los aspectos individuales de la alergia de nuestro paciente, pero que nos es de gran ayuda en el control general de los síntomas.
Pasamos ya a un segundo nivel y aquí ya sí que vamos a tener que pararnos en como “hace la alergia” nuestro paciente. Porque la sensibilidad a una sustancia puede manifestarse en la piel, en el aparato respiratorio, en el digestivo o en varios de ellos a la vez. Y esto nos importa, como también nos importa como son los síntomas concretos en cada paciente. Uno puede tener una rinoconjuntivitis provocada por el polvo pero manifestarse de forma diferente según las personas. Unos tendrán mucha secreción nasal irritante sin casi lagrimeo, en otros lo que será insoportable será la irritación ocular y otras veces la persona estará mejor en un ambiente confinado mientras que otros preferirán el fresco. También tendremos en cuenta si las crisis se acompañan de somnolencia, falta de gusto y olfato, ansiedad o cualquier otra característica particular de la alergia de nuestro paciente concreto.
En este nivel tendremos medicamentos como NUX VOMICA, EUPHRASIA, ALLIUM CEPA, SABADILLA, entre otros cuantos, que nos servirán para tratar los síntomas de cada paciente alérgico tal y como él los manifieste, tal y como él lo necesite. Cada cuadro particular, su tratamiento particular.
Y, por último, llegamos al tercer nivel, el del terreno de cada paciente. Aquí lo que nos interesa es saber quién es nuestro paciente. Sabemos que sufre una alergia y cómo la sufre pero aún no sabemos quién es, cuál es su forma de relacionarse con el medio.